25 de abril de 2015

ARTE, ¿COMO LLEGAMOS A ESTA SITUACIÓN?


RICARDO NOWINSKI

Hace unos días mi padre me comentaba que dos colegas nuestros, de su generación y de la mía respectivamente estaban  un poco deprimidos por la situación actual de las artes plásticas y visuales en nuestro país; el más joven quería juntar a algunos artistas para hablar del tema, ¿Cómo se llegó a esta situación?   
 “El público ha desaparecido de las galerías de arte en Uruguay”, “Choque. Las exposiciones crecen y la calidad existe pero no se advierten”  “Si una actividad artística pierde la capacidad de convocatoria que tuvo en el pasado, esa crisis indica un desencuentro entre la oferta y el público que obliga a reflexionar sobre la situación”. (Jorge Abbondanza,  El País)
“Estamos empantanados culturalmente, nada se mueve”, sostuvo el crítico de arte Nelson Di Maggio. Recordó que en la década del 50 Uruguay alcanzó un nivel cultural excepcional, “después de todo eso se interrumpió, volvió la democracia y con el Frente Amplio las cosas comenzaron a empeorar”, agregó que no hay perspectivas de mejorar. “Mientras el esquema cultural del gobierno sea el mismo es inútil”, sostuvo y calificó como “nefasta” la gestión del director nacional de Cultura, Hugo Achugar.1 (El Mural, Radio Uruguay).
Creo que juntarse con colegas siempre es positivo, sobre todo para los artistas que por nuestra actividad tendemos al aislamiento, ¿cómo y por qué se llego a esta situación? de empantanamiento y decadencia en nuestro sector  La pregunta es compleja y obviamente no tiene respuestas fáciles. Vamos a intentar encontrar las respuestas a estas interrogantes

ÁMBITO  Y MERCADO
La concepción que los artistas plásticos y visuales tenemos de nuestra actividad, en general es la de una pasión un apostolado, que nada tiene que ver con la economía, el marketing y las relaciones publicas, esta visión principista para unos romántica para otros, puede  generar y genera encontronazos con la vida real. Tradicionalmente, el ámbito y los artistas en particular tenemos una relación conflictiva con nuestra actividad en sus aspectos más prosaicos, incluso en algunos sectores del ámbito hay una demonización del mercado y una idealización del Estado. Es interesante ver como la mayoría de los artistas plásticos y visuales, en Uruguay tienen una posición antimercado; -no teniendo en cuenta que el público y el mercado son personas-. El mismo en nuestro país es pequeño y débil lamentablemente, (paradójicamente en los últimos diez años de gran crecimiento económico de el país, el mercado se ha encogido y debilitado más) lo que lleva a que solo unos pocos colegas puedan vivir exclusivamente de su trabajo, los demás vivimos de otros oficios y actividades, algunos conexos -como la docencia- y otros totalmente diferentes. 
Debo aclarar que cuando me refiero al mercado lo hago en forma acotada, mercado para mí son miles o eventualmente hasta millones de personas (una docena de especuladores no es un mercado es un oligopsonio 2) comprando consumiendo, adquiriendo y disfrutando  algo que les gusta les interesa,  en nuestro caso arte, pinturas, esculturas, cerámicas, grabados, litografías, libros de artista, videos, catálogos etc.
Si los artistas no recibimos un estipendio regular por nuestro trabajo (igual que cualquier otro trabajador, ¡es increíble cada día tenemos que seguir reafirmado nuestros derechos!) que además  de las cosas y servicios más prosaicos de nuestra vida cotidiana, compre lo más valioso para cualquier artista, tranquilidad, espacio, tiempo, tiempo y tiempo para trabajar y dedicarnos a esta actividad  que nos apasiona
Hay quienes plantean una dicotomía vivir del arte o vivir para el arte; personalmente creo que dicha dicotomía es falsa, porque estos supuestos son complementarios, solo se pude dedicarle la vida al arte si se vive del arte y solo se puede vivir del arte y se dedica la vida al arte. Esta es una actividad apasionante pero también árida, difícil y exigente; por muy talentoso que sea el artista no se puede lograr altas cotas de excelencia sin una dedicación total en cuerpo y alma.
Esto ha llevado que incluso la actividad gremial ha sido  y es árida y difícil, a los artistas nos resulta complicado defender nuestros derechos y mucho más cuando tocamos un tema tabú como el dinero, -tabú que en general incluye a todo el ambiente artístico-.Tradicionalmente en la creencia de que el arte es un apostolado, los artistas nos hemos dejado manipular, y hemos sacrificado ingenuamente nuestros derechos,  con el fin de llevar adelante nuestros proyectos artísticos, mirado en perspectiva esto resultó ser una actitud equivocada.
Recuerdo hace unos años en la feria Arteba en Buenos Aires ante la pregunta de mi esposa cómo habían estado la ventas a un marchand uruguayo radicado en Brasil nos contestó con voz engolada, e inflando el pecho con aire de superioridad -¡nooo  nosotros, estamos para otra cosa!,  no quise preguntar cuál era la otra cosa, preferí dejarlo con la ilusión de que nos creíamos el cuento, todas las actividades tienen su retórica de relaciones públicas- .esta anécdota es muy representativa de cómo piensa y la imagen que se quiere dar hacia adentro y hacia afuera el sector, me consta que el referido marchand cerró su galería en San Pablo.
También tenemos el tema de las rivalidades, el ninguneo, de las pequeñas y grandes rencillas al interior del ámbito y todo tipo de mezquindades humanas que no ayudan a una dinámica colaborativa entre todos los que actores del ambiente, que es cada vez más reducido. 
Cierto es que cuando se reduce la manta algunos quedan a la intemperie, y otros como siempre se acomodan bajo el ala de las instituciones del estado paternalista, gobernado por amigos y correligionarios, inclusive algunos que se sienten transgresores y vanguardistas, buscan el resguardo estatal (tener un empleo público siempre ha sido y sigue siendo una de las grandes aspiraciones laborales de los uruguayos, actitud legítima pero esencialmente conservadora) ahí tenemos una contradicción que puede llevar a un problema de honestidad intelectual y de credibilidad, pero ese es un tema para otra nota.
Con un mercado amplio, abierto, plural, una actividad privada más solida, fuerte, dinámica y desarrollada habría lugar para todos, y se establecería un contrapeso y equilibrio con la posicion dominante del Estado; quizás este planteo sea solamente una quimera. 
De seguir teniendo el Estado en nuestro medio artístico  una posición dominante, especialmente el MEC también aumentan las responsabilidades del mismo, quizás nos encontremos en el umbral de una cultura donde el Estado, en sus distintas formas, (Ministerio de Educación  y Cultura MEC, la Escuela de Bellas Artes ENBA,  las Intendencias, las Empresas Publicas y los Museos Públicos),  sea el gran distribuidor de recursos y generador de empleos para todo el ámbito cultural y especialmente de las artes plásticas y visuales. 
En este caso el MEC  y la ENBA deberían tener un convenio con la Oficina Nacional de Servicio Civil ONSC, si es que aspiran a formar artistas y servidores públicos.

DECADENCIA CULTURAL
Di Maggio manifestó que existe de parte de los medios de comunicación “un silencio en cuanto a la cultura” que los ubica en el lugar de cómplice de lo que percibe como un momento muy malo de las disciplinas artísticas. (El Mural, Radio Uruguay)
  
No todo se puede explicar por las equivocaciones del ámbito o por la falta de un mercado amplio fuerte y dinámico, la decadencia cultural tiene es importante y en esto el Estado y los medios de comunicación tienen un rol muy importante. Seguramente las creencias de que las artes plásticas y visuales son para una elite, que no tienen la popularidad de las artes escénicas y audiovisuales ha llevado a que sea la marginada de nuestro ámbito cultural. Seguramente  de forma similar piensan los medios de comunicación, no hay espacios para la crítica de arte, solo algunas reseñas informativas y la cartelera de espectáculos. Cuando en la radio o la tv entrevistan a algún artista, crítico, marchand, o gestor cultural, más temprano que tarde el periodista larga –el tiempo es tirano vamos finalizando la entrevista, lástima que los mismos criterios  no se aplican  a  programas de tv o radio, donde los conductores o periodistas pueden perder su “valioso tiempo” y el nuestro, el de  la audiencia o la teleaudiencia, en bromas y divertimentos internos. 
Es cierto que hoy paga más en todos los sentidos la información sobre “espectáculos” chimentos de la farándula argentina y la incipiente farándula mediática local --sobre todo cuando esta es escandalosa, si es que todavía algo nos puede escandalizar-- que la información y difusión de la actividad artística vernácula. 
Sin embargo rescato y destaco los  espacios como el de Pincho Casanova y Macarena Montañez en TNU (Canal 5) Gustavo Fernández también en TNU, Lynn Cardozo y Jaime Clara en El Observador, revistas como  Dossier, o La Pupila que llevan adelante Oscar Larroca y Gerardo Mantero, Luis Marcelo Pérez en Radio Uruguay, Adela Dubra en Radio Sarandí., Alicia Haber en El País, Federico Meneses en Obolo Cultural. Sin embargo la difusión y promoción de las artes plásticas en nuestro medio sigue en el debe.

No creo en formulas ni a nivel individual ni colectivo. A nivel colectivo no veo una salida clara a esta situación de estancamiento, ¿la actividad privada, galerias de arte, centros culturales, casas de remates, las asociaciones y "gremios" de artistas seguiran activos dentro de unos años? cuántos artistas podrán dedicarse profesionalmente a esta actividad (si es que tiene sentido hablar de profesionalismo en el ámbito artístico en el Uruguay).. El tiempo irá despejando las brumas que hoy vemos en el horizonte.
En lo personal vamos seguir trabajando, reflexionando, experimentando y disfrutando; a ver qué es lo que nos depara el futuro, en esta compleja, difícil y apasionante forma de vida que es el arte.



1 Hugo Achugar: al momento de publicarse esta nota ex Director Nacional de Cultura del MEC 
2 Oligopsonio: oligopolio del lado de los compradores. Paul Samuelson, Economia 14ª edición